martes, 14 de febrero de 2012

Escritos de mi libro 50 Aniversario del Festival 1961-2011

         El Festival internacional del Cante de las Minas, en honor de prestigio y dignidad, cual corresponde a un acontecimiento firmemente institucionalizado en el alma popular de un pueblo, y por ello singularmente querido y deseado por el pueblo. Concurre siempre así cada año, nuestro Festival en el que vive y perdura, en indiscutible identificación de nuestro ser con la dilatada afición al cante flamenco y minero. El Cante de las Minas.
         A la hora de categorizar nuestros cantes en la esfera de los valores culturales, siempre hemos venido insistiendo en la índole eminentemente cultural, porque el cante es cultura, nuestro Festival y sus cantes mineros, en la variada y rica genealogía del cante flamenco, constituyen una parte sustancial de los cantes mineros dentro de nuestra cultura popular. Cada copla digo, en su profundo intimismo lírico, en su extensa emoción dramática contempla una explosión de sentimientos,  pasiones y emociones que encuentra en la garganta del cantaor, su timbre, su tono, su cadencia y su modulación siempre adecuadas, para resolverse finalmente en ola o revuelo misterioso, sin que sepamos como_ ni porque, cada copla digo es capaz de condensar en sus cuatro o cinco versos, el diminuto retablo de unas pocas silabas, pueden hacer todo un drama pasional y a veces desgarrador vivido en un momento exquisito en un proceso de elaboración o de una creación artística.
          El cante tiene su estética, su rito, y hasta su mística, también hay una mística en el cante, es arte y arte puro, limpio y exento de cualquier tipo de connotaciones peyorativas, su condición de arte popular, no le constriñe o lo limita, antes al contrario lo ensancha o lo universaliza.
         El cante flamenco, razón de ser de este Festival Internacional del Cante de las Minas, constituye un hecho cultural de primera magnitud y eso hay que proclamarlo así, frente a la creencia contraria. La cultura, es algo que se contiene en el conjunto de conocimientos científicos, literarios y artísticos de un pueblo.   El flamenco es arte llevado a su máxima calidad lírica, la cultura flamenca refleja el conocimiento de un pueblo a través de esta clase de sentimientos poéticos. Y el hecho de que representen una rama de la cultura popular, no disminuye en importancia, si no que al contrario la engrandece y la exalta.
         Por eso el cante flamenco, representa un calor artístico incuestionable y además imposible de imitar, fuera de unos límites geográficos perfectamente delimitados dentro de los cuales nos encontramos felizmente. Hay que acentuar y fortalecer la alta cualificación que en cuanto a exponente de nuestra cultura corresponde a nuestro Festival internacional del Cante de las Minas.
         Por eso, la semana grande unionense, está dedicada a mantener siempre encendida la llama de la tradición de nuestros cantes mineros, y a esta señalada circunstancia se debe que tengamos el placer y la alegría de gozar de nuestros visitantes y aficionados.

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